Jokic y la teoría del "gota a gota"
Denver Nuggets se ha proclamado campeón de la NBA. La final ha estado más disputada de lo que el 4-1 refleja, y todos los partidos se han resuelto en los últimos minutos. Pero Denver ha mostrado una fortaleza digno de un campeonato que finalmente se han llevado. La fortaleza de un equipo por encima de todo. La fortaleza de un jugador: Jokic. El serbio es una estrella en todos los sentidos: en el juego, en la eficacia, en la defensa y en la humidad para dar y dar asistencias. Gota a gota se han gestado los triunfos de Denver. Como una máquina bien engrasada que promediaba más de 25 puntos por cuarto, sin importar muchas veces que el contrincante hiciera 34. Al cuarto siguiente la anotación no bajaba, pero si crecía la intensidad defensiva. Un baloncesto sublime, construido baja la idea de EQUIPO, por encima de las individualidades. Donde el balón iba siempre al que mejor posicionado estaba. Gota a gota, sin abusar del tiro exterior. Movimiento de balón y bandejas, cortes, entradas o