Un Almería presa del pánico vuelve a naufragar.
Tres eran los partidos que la Unión Deportiva Almería había acumulado perdiendo. Un despropósito para un proyecto llamado a hacer grandes cosas y después del buen inicio de liga. Resumiendo, el Almería comienza la liga contra el Lugo, dándose un paseo militar. Con un juego eléctrico que enamoró a todos. Más tarde comenzaron las dudas, contra el Sporting de Gijón el equipo merece ganar, juega muy bien, pero en un descuido defensivo el Sporting se adelanta en el marcador y termina llevándose el partido. A partir de ahí... las prisas y el mal juego y las derrotas. Si pensamos en que nos suscita el Almería con su juego, yo lo tengo claro, prisas. Parece que saliera al campo como si tuviera la necesidad de ganar cinco a cero todos los partidos y demostrar que son los grandes candidatos al campo. Todo eso acompañado de casi una veintena de nuevos jugadores nuevos y jóvenes, la formula... un coctel molotov. Sí, asistimos al síndrome de jugador nuevo en su máxima expresión. Quiere mar