Jokic y la teoría del "gota a gota"

Denver Nuggets se ha proclamado campeón de la NBA. La final ha estado más disputada de lo que el 4-1 refleja, y todos los partidos se han resuelto en los últimos minutos. Pero Denver ha mostrado una fortaleza digno de un campeonato que finalmente se han llevado. La fortaleza de un equipo por encima de todo. La fortaleza de un jugador: Jokic. El serbio es una estrella en todos los sentidos: en el juego, en la eficacia, en la defensa y en la humidad para dar y dar asistencias.

    Gota a gota se han gestado los triunfos de Denver. Como una máquina bien engrasada que promediaba más de 25 puntos por cuarto, sin importar muchas veces que el contrincante hiciera 34. Al cuarto siguiente la anotación no bajaba, pero si crecía la intensidad defensiva. Un baloncesto sublime, construido baja la idea de EQUIPO, por encima de las individualidades. Donde el balón iba siempre al que mejor posicionado estaba. Gota a gota, sin abusar del tiro exterior. Movimiento de balón y bandejas, cortes, entradas o tiro cómodo de dos. Y cuando todo el mundo estaba cubierto...Jokic. 

    Si hay algo que me fascina de Jokic son sus fundamentos baloncestísticos. El movimiento de pies dentro de la zona. La picaresca del amago y el pase imposible. Jokic, al cual dejaron injustamente sin el MVP de la temporada regular, ha resuelto la mejor situación de todas: ganar el anillo y billete de avión con todos los gastos pagados hacia el olimpo del baloncesto.

    No nos olvidemos de Jamal Murray, el base que promedio 6.2 asistencias por partido en la temporada regular, se superó en los play-off, ofreciendo más de 10 asistencias por partido en la final. Algo más que un anotador, un colíder sólido que ha entendido que valía la pena sacrificar las estadísticas personales en favor del equipo y con todo los números han llegado.

    Denver se corona como nuevo campeón de la NBA y se convierte en la franquicia número 21 que lo consigue. El sistema de la NBA está más vivo que nunca. Un sistema abierto que cada año ofrece multitud de posibilidades y hace muy difícil pronosticar quién será el campeón. Enhorabuena a Denver y a ese baloncesto total que ha ofrecido, alejado de las figuras y dignificando el trabajo de Michael Malone.