Se marcha el ancla del Madrid. Adios Casemiro

El verano va llegando a sus últimos días y comenzaba La Liga, un poco más adelantada de lo acostumbrado, pero recordemos que es año de mundial en invierno. Y en todo esto, las oficinas de Chamartón andaban aparentemente tranquilas. No es que no tuviera trabajo, seguramente anda buscando aún la salida de Mariano y alguno más. Pero lo que no esperaba nadie, era la salida de Casemiro, además de una manera tan precipitada.

Llegó el Manchester United con urgencia en la clasificación  y el gallinero revuelto, pero con toda la confianza en el entrenador nuevo. No le tembló el pulso, y la oferta fue importante. Todo ello llevó a evitar los tanteos y que ante la perspectiva de que al jugador le agradaba el cambio de aires, la negociación fue rápida. Una cifra importante, en torno a los 85 millones de euros según la prensa.

¿Qué gana y qué pierde el Madrid?

Ganar, gana dinero. Recupera la inversión hecha por Tchouamèni y en sentidos objetivos como la edad del jugador y la amortización, es un gran negocio. También gana algo que Florentino ha aprendido con los años, la posibilidad de morir de éxito y la creación de vacas sagradas en el vestuario.

Perder pierde al mejor mediocentro del mundo. Pierde el equilibro hecho persona y un jugador mentalmente fuerte y de carácter ganador que no le temblaban las piernas en los partidos importantes, y al cual, le quedaban tres años buenos de fútbol. Casemiro además tiene capacidad goleadora. 

En fin se va el ancla del mejor medio del campo de la historia del Real Madrid.  El barco no se hundía si andaba por ahí el brasileño, con una capacidad para tapar huecos dejados por sus compañeros, hacer coberturas constantes y magnífico en la presión. 

¿Todo eso lo puede dar Tchouamèni? 

El chico tiene el físico y tiene calidad. Además es internacional con la actual campeona del mundo que no es poca cosa. Dicho de otra manera, pinta tiene ahora tendrá que demostrar que está para las grandes batallas y esas... se juegan en la Liga de Campeones. Esa que Casemiro ha levantado cuatro veces. Hasta siempre Case.