El fin de una época.

Lo bonito del deporte, lo que lo hace tan apetecible, tan peculiar, son las emociones fuertes que transmite. No siempre lo hace. Muy a menudo te encuentras con partidos tediosos, incluso temporadas tediosas, pero entonces y sólo entonces...aparecen las gestas, las jugadas extraordinarias o los héroes que las acompañan.

En los últimos veinte años, hemos asistidos a nombres que se escribirán con mayúscula en el mundo del deporte: Valentino Rossi, Lebron James, Marc Marquez, Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic, Pau Gasol, Manu Ginóbili, Jonny Wilkinson, Dan Carter, Talant Dujshebaev, Nicola Karabatic, Usain Bolt, Serena Williams, Tom Brady... la lista es interminable.

En el mundo del fútbol, esta dualidad deportiva, la han copado dos jugadores extraordinarios: Cristiano Ronaldo y Leo Messi. Ambos jugadores han tenido además la capacidad de regenerarse y tener una carrera muy longeva en la élite, destacando desde muy jóvenes y manteniendo un nivel muy alto más allá de los treinta. Además han sido dos goleadores insaciables. Sin entrar en el eterno debate de quien es mejor, donde cada uno de los dos tiene argumentos para inclinar la balanza en su favor, hoy me gustaría darle un último homenaje. 

En las últimas dos semanas ambos jugadores han caído en la liga de campeones, sin dar muestras de que podían resolver en favor de sus equipos. El Manchester United eliminado ante un gran Atlético de Madrid, que sigue demostrando que con Simeone en el banquillo es un equipo temible en Europa. Y el PSG, un proyecto mastodóntico, hecho exclusivamente para ganar la Liga de Campeones y que fue eliminado frente al Real Madrid. En ambos partidos, Cristiano y Messi, dejaron claro que puede quedarle algunas balas, algunos buenos partidos e incluso que sean determinantes aún, para ganar algún título, pero que lo normal será que no resuelvan las eliminatorias como tantas veces lo han hecho antes.

Sinceramente y si me preguntan, el último balón de oro le ha sobrado a Messi y casi le ha hecho más daño al trofeo, que da la sensación de haber estado demasiado dirigido a ambas estrellas en los últimos años y ahora, la revista francesa intenta cambiar el método y mostrar transparencia, para un título que ha perdido la credibilidad. Dicho esto: tenía que haberlo ganado Lewandowski, o en su defecto... Karim Benzemá. Ahora seguramente, nos quedaremos con el dolor de que uno de los dos delanteros se quedará sin un título en sus vitrinas.

El caso es que de la lista de deportistas dada arriba, muchos ya se han retirado o les queda poco. Es ley de vida. Y deben ser otros los que ocupen los tronos en las diferentes disciplinas. Algunos como Stephen Curry está ahí y será aún más leyenda, según siga acumulando puntos y derribando estadísticas o sumando algún anillo más a su carrera. Otros como Mbappé, Haaland, Tatum, Antoine Dupont, Alex Dujshebaev, Verstappen, Sainz, Norris o Alcaraz,... tendrán que escribir su propia historia.