¿Una vuelta muy esperada?

    El Covid-19 ha hecho trizas nuestras vidas. Una sorpresa desagradable en muchos sentidos, pero también con un orden más acertado de las cosas que importan realmente en la vida. Este fin de semana vuelve la liga, con partidos sin público, en medio de numerosas polémicas sobre los ERTEs en algunos clubes, denuncias cruzadas en la asociación de futbolistas, etc, etc. 

    Lo peor el tufo que ha dejado en el ambiente de que el mundo del fútbol se ha desentendido de la realidad que las personas hemos vivido. Muchos deportistas de élite del mundo del tenis, ciclismo o baloncesto han dado un paso adelante que, parece que las grandes estrellas del fútbol no han ofrecido, dejándoles una vez más una imagen de que van a lo suyo y de que caminan por encima del bien y del mal. Sinceramente algo decepcionante. Por eso ahora cuando indican que vuelve la liga, queda una sensación de "haced lo que queráis, que bastantes problemas tengo yo ya".

     El caso es que la respuesta seguramente será masiva en un país, España, que adora el deporte rey. Pero el "negocio" del fútbol debería plantearse volverse más terrenal y abrirse al mundo real. Salir del oscurantismo en el que cayó hace años, cuando se disparó su cotización y sus nóminas. Todo indica que la crisis traerá algo de mesura a unas cuentas que se habían disparado. Por el bien del espectador, el fútbol debe volver al campo y a la normalidad perdida años atrás.