La clase de Zidane

      Nunca vi un jugador con tanta clase sobre el césped de un campo de fútbol como Zinedine Zidane. Los controles del astro francés, su conducción en carrera y sus golpeos de balón secos eran sencillamente brillantes. Un manejo de balón de ambas piernas que pocas veces se ha visto.



      Pero Zidane no sólo fue un prodigio de técnica, el francés disponía de una cualidad que no todas las estrellas o elegidos tienen. Tenía carácter. Un carácter que le hizo que en la final de la copa del mundo sacara dos cabezazos que le dieron a los galos su primer mundial, a pesar de que Zidane no se prodigaba en el remate de cabeza. Aparecía en momentos de máxima tensión para marcar la diferencia, como en la Liga de campeones que el Real Madrid conquistó contra el Bayer Leverkusen.

      Zidane tuvo clase en el terreno de juego, pero también la tiene fuera de ellos. El técnico blanco cogió al Real Madrid en situaciones muy difíciles para el conjunto e Chamartín. Y siempre ha llevado las ruedas de prensa con un buen talante en momentos tensos, digno de admiración. Con todo lo mencionado anteriormente en este artículo, ya justificaría la importancia Zizou dentro del mundo del fútbol y sin embargo este se ha empeñado en agrandar su leyenda.

      Zidane remontó un Madrid a la deriva y le dio tres ligas de campeones consecutivas y una liga. Pero sobretodo dotó a la plantilla de una grado de competitividad muy alto. Y no sólo a los teóricos once titulares sino a la unidad B. En esta nueva etapa Zidane ha tardado, pero ha vuelto a convertir a casi la totalidad de la plantilla en un equipo muy comprometido en una idea colectiva en defensa y en ataque. Maneja como nadie la profundidad de la plantilla y ha añadido algo nuevo a su segunda etapa.

       La parte añadida es la variedad táctica que presenta el equipo, con diferentes tácticas y formas de jugar dependiendo del rival y el partido. En otras palabras, el equipo tiene una riqueza de recursos que antes no tenía y si eso fuera poco, en los últimos partidos el Real Madrid ha mostrado una nueva virtud, un juego maravilloso que engancha al especador. La manera en la que el Madrid ejecuta la presión es demoledora. ha conseguido que Kroos, Isco, Casemiro y Modric vuelvan a rendir al mejor nivel nunca visto. Y además ha aportado la aparición de Fede Valverde. En definitiva ayer Zidane contra el Valencia dio su antepenultima clase.

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