Alonso da una lección más

    Fernando Alonso ganó en 2005 el premio Príncipe de Asturias. Aquello más allá de tener su fuente en los títulos de campeón del mundo de Fórmula 1, lo tuvo más en la figura y su significado en la sociedad.

     España era un país sin tradición en el campo de la Fórmula 1 y Alonso no sólo era el pionero, era un campeón forjado a si mismo en el empeño de que descubrieran os algo que el llevaba sellado desde pequeño, la pasión por Mónaco, por Spa, por el Paddock. Ese fue el motivo, contagió a un país y le invitó a cumplir los sueños aunque vinieras de dónde vinieras.

    Ahora vuelve a dar un paso adelante y plantea algo que nadie había pensado, la triple corona. Ganar fórmula 1 o en Mónaco, ganar las 24 horas de Le Mans y las 500 millas de Indianapolis. Y en cierto modo ha provocado que la FIA quiera cambiar hasta el formato de los campeonatos de resistencia. Nuevamente salen voces discordantes desde la propia Fórmula 1 por parte de Vettel o Hamilton. Poco que decir, creo que son jóvenes y no valoran la visión más amplia que dan los años.

    Así pues participación en la primera prueba en Spa y ganó con el Toyota junto con Nakayima y Buemi. Así desde el propio campeonato deben tener en cuenta de que la sola presencia del asturiano traerá una revalorización más a este tipo de pruebas. Alonso vuelve a dar una lección le pese a quién le pese.