El último bastión



El fútbol actual se juega a un ritmo muy exigente. La velocidad aparece como la clave de todo, tanto en ataque como en defensa. Arrigo Sacchi revolucionó el fútbol con una defensa fundamentada en movimientos cortos de todos sus jugadores que defendían como un bloque. Hoy día, nadie plantea una defensa en la que no intervengan los once jugadores y esa defensa empieza en la presión que ejercen los delanteros.

En este concepto de presión hay distintas variables: una como el estilo "mourinho" en el que exige una presión con la defensa adelantada en la que los delanteros son los que más aprietan u otro concepto como el italiano de Alegri o Ancellotti, en el que los delanteros tienen un papel secundario en la presión, dejando el trabajo a los medios y los centrales que suelen achicar el espacio entre lineas. Y cuando todo esto es superado ¿qué queda? ... el último bastión.

La presión es algo con lo que convive el portero, sabedor de que es la última oportunidad de preservar la defensa de su equipo. Nunca he comprendido porque se desprecia el papel del guardameta en el balón de oro, por ejemplo. Si Robben hubiera marcado ante Casillas, Iniesta seguramente no hubiera sido nominado al Balón de Oro y seguramente hubiera estado o Robben o Sneijder.


Este puesto tan especial, cuenta este año con dos invitados que se están convirtiendo en fundamentales para sus equipos, tanto que ganan partidos. No puede pasar inadvertida la actuación que tuvo Keylor Navas contra el Sevilla este fin de semana. Navas gana el partido haciendo una actuación portentosa. Cierto es que sus compañeros hacen tres goles, pero es que de Costa Rica evitó al menos cuatro goles que recordaban a uno de esos videos recopilatorios de Casillas en You Tube. Además no se queda en un partido, dado que lleva toda la temporada a un nivel altísimo destacando en el partido en el que el Levante empató contra el Barcelona.

La otra gran aparición del año es Casilla, Kiko Casilla. El guardameta del Español era una promesa que ha sabido trabajar en la sombra y mejorar poco a poco. No es fácil saber que eres una promesa que se queda en un segundo plano durante unos años, y volver a la primera escena de la liga con mucho trabajo. Eso habla muy bien del portero, de su capacidad de trabajo y sacrificio. De distinto estilo a Keylor, todo reflejos. Casilla combina buena posición bajo palos con un dominio del área total. Se agiganta en las salidas, en gran parte a su gran tamaño. Sin duda hablamos de uno de los porteros de los que se hablará durante los próximos años.

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