Debuts esperados y la vida sigue igual.

Ayer comenzó la liga española, pero en estas fechas aún uno tiene la sensación de estar fuera de onda. No termina de tener claro ni las plantillas, ni quien va a ser titular. Lo que si parece es que hay cosas que nunca cambian, como el juego del FC Barcelona, no importa que ahora no esté Pep Guardiola, el equipo sigue funcionando porque tiene jugadores extraordinarios y Tito ha decidido que se juegue a lo mismo, hay que esperar para ver su mano en el equipo.

Hay cosas que parece que giran una y otra vez en los años, una de ellas es que ya no es noticia que Diego Alves realice un sensacional partido frente al Real Madrid, no se extrañen, es que es muy bueno. La otra situación habitual es que siempre hay voces desde Valencia quejándose de la actuación arbitral, no creo que sea el camino correcto, pero cada cual con lo suyo.

El Atlético volvió a empezar una liga dejándose puntos contra un rival que no debería ser de su liga. Pero hay algo en el seno atlético que ilusiona a la parroquia rojiblanca y al resto de España, Oliver. Es uno de esos jugadores que uno ve moverse por el campo y automáticamente se ilusiona, mucha calidad, pero paciencia que sólo tiene 17 años.

Mientras el Betis pescó en río revuelto con un partido memorable del internacional Beñat, que ayer volvió a dar muestras de que quiere jugar de nuevo con España. El Betis entiende el fútbol por y para el espectador, sus partidos son divertidos y eso se agradece, dado que muchas veces uno tiene que aguantar partidos horribles. Marcó Pozuelo, que encarna una generación del Betis alegre y competitiva, junto a Vadillo y Carlos Garcia.

Caparros y su Mallorca, empiezan la temporada como terminaron la anterior, ganando. Es curioso que se le resista el banquillo de algún grande, le saca el 200% de rendimiento a sus equipos. El Mallorca estará cerca de los puestos de Europa.