I love this game

I love this game reza en diferentes sitios la famosa frase que todos identificamos con la NBA, pero que yo hoy quiero identificar con el baloncesto en general. Porque este juego trae situaciones que otros deportes, difícilmente pueden llegar a vivir.

Dos a cero vencían los Spurs a los Thunder, en una final del Oeste que tenían maniatada. Pero en el baloncesto siempre te aparece la opción de revancha. Kevin Durant no ha querido dejar escapar. Ha dado un golpe encima de la mesa y ha decidido que quiere que sea su año. Junto al aporte de un fenomenal Ibaka, que es una bestia, bajo tablero y sus chapas y rebotes, provocan que el juego interior de los Thunder sea terrible.

Como terrible fue la remontada que nos brindó el Barcelona. El Real Madrid ganaba por diecisiete puntos de ventaja en el primer partido de la final de la ACB. El Barcelona estaba totalmente fuera del partido, pero el Barcelona tiró de orgullo y talento, porque tienen a un jugador monumental, seguramente de los mejores de la historia del baloncesto, Juan Carlos Navarro.

Aún con un Barcelona muy fuerte en el último cuarto, el Madrid hizo las cosas bien, salvo el triple que se jugó Sergio Llull que casi no toco ni aro, mal tiro que propició que el Barça saliera a la contra y Marcelinho metiera un triple imposible con la bocina sonando mientras estaba en el aire. Un triple de película para poner el uno a cero en la eliminatoria.