Un campeón a lo grande

En la noche de ayer, el Real Madrid Club de Fútbol logró su título liguero número treinta y dos. Poniendo fin a una sequía de tres años sin ganar dicho título. El Madrid ha sido el mejor, y lo ha demostrado con un dato muy relevante: Ha ganado a todos los equipos de la liga, a los diecinueve. Además ha batido el record de goles, que estaba anclado en 107, y a falta de dos partidos, lleva 115 goles.Tres de sus jugadores han metido más de veinte goles en liga. En fin, datos escalofriantes.

En el partido de ayer, uno podía presuponer que el Real saldría a ganar, pero no, que se lo tomara como si fuera la final del mundial. Con un partido soberbio de todo el equipo, se me hace muy difícil destacar a uno o dos jugadores, porque realmente sería muy injusto. Destacó que la defensa se hizo totalmente en bloque, un ejemplo claro fue que después de una subida de Pepe. Se veía a Callejón corriendo, como quien es perseguido por un león, para ocupar el espacio dejado por el central portugués.

Ayer Xabi Alonso, jugador donostiarra, y fiel seguidor de la Real Sociedad, jugó especialmente motivado. Ofreció un abanico muy amplio de recursos y pases, totalmente espectaculares. El Madrid no jugó a tener la pelota, jugó a la contra. Pero no lo digo de manera despectiva, porque la manera de ejecutar las contras con Özil y Alonso, e incluso Ramos, de lanzaderas, ofrece al espectador unas transiciones rapidísimas, ejecutadas como un francotirador oculto entre la maleza. Realmente los equipos que juegan contra el Madrid llegan a pensar: Que ha pasado, yo estaba controlando, estaba, estaba...y de repente voy perdiendo por dos o tres goles. Esas manera de jugar, la interpreta a la perfección Higuain, El delantero indetectable, le llama algún que otro periodista del cuyo nombre no consigo ahora acordarme. Y la definición le va como anillo al dedo. Higuain parece no estar en el partido, no sabes ni como se desmarca, pero lo hace realmente bien, tanto que aparece sólo o se saca un disparo de fuera del área letal, como anoche. Hizo un partido formidable.