El Chelsea despierta al Barcelona del sueño

El fútbol es el deporte más impredecible del mundo y quizás el único deporte con memoria. Casi, a veces me atrevería a decir, que es el único deporte que a veces parece un ente vivo. Y es que parece que esa memoria hubiera sido la causante de la eliminación del equipo blaugrana. Todos podemos recordar aquella eliminatoria en la que un gol de Iniesta y varios penaltis fueron escamoteados a un Chelsea que lloró amargamente entonces. El que llora ahora es el Barça, y más concretamente Messi, que vio como su penalti se estrellaba en el larguero y poco después Fernando Torres marcaría el definitivo 2-2, que daba el pase a un Chelsea que vivió 180 minutos en su área.



El resumen del partido es extremadamente fácil. Un equipo metido al completa por detrás de la linea de tres cuartos y otro asediando una y otra vez. Pero la eliminatoria tiene más lecturas. En el verano, se vertió una opinión, en la que yo estaba de acuerdo, en la que se criticó que el Barcelona no contaba con ningún delantero centro puro en la plantilla. Durante meses se ha hablado del buen hacer de Guardiola, al que le ha salvado en muchos momentos que Messi salvara la situación. El Barcelona ha dependido demasiado de Messi, pero sobretodo de sus goles, más aún con Villa lesionado. El caso es que a Messi se le ha apagado la luz durante tres partidos, suficiente para perder una liga y la liga de campeones. 

Otra lectura es lo mal que gestionó el equipo la situación. Con demasiada ansiedad, durante el partido, se encontró con un jugador más por expulsión de Terry y con un dos a cero que le daba el pase. Pero lo echo todo por la borda, siguió atacando de manera desenfrenada y eso provocó que un magnífico pase de Lampard dejara a Ramires en disposición de hacer uno de los goles del año. El Chelsea siguió a lo suyo, y se amparó en Drogba que es un jugador monumental, para hacer algún intento de contra. Contra que si le salió a Torres, que definió con una frialdad digna de un killer, 2-2.

Ahora le están cayendo muchos palos a Messi, injusto creo. Pero en cualquier caso el partido de Messi es criticable, estuvo demasiado estático. Como criticable es, que Guardiola no supiera leer la trampa que le había preparado el Chelsea, un embudo. Y el Barcelona se cerró aún más, y le faltaba un tanque que fijara a los centrales y se peleara dentro del área con ellos. Dice Guardiola que el Barcelona hizo todo lo posible para ganar, y dice bien. Pero la posesión no da títulos, los dan los goles, y en este caso el Chelsea metió más.

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