El TAS pierde toda su credibilidad

Ayer salió la sentencia para el caso del ciclista español Alberto Contador. Sentencia que me dejó sinceramente perplejo, la verdad aún hoy no doy crédito de lo ocurrido. El TAS, tribunal internacional de arbitraje, sancionó a Contador con dos años de inhabilitación con carácter retroactivo, es decir que, la sanción ya la está cumpliendo desde hace tiempo por lo que se le anulan todas sus victorias en ese tiempo.

Pero ¿por qué es descabellado la sanción para Contador? Recapitulemos: Este mismo año el TAS ha absuelto a  un jugador de pin pon y a un futbolista por la misma sustancia, pero para Contador parece ser que no han tenido el mismo rasero.

Más fallos: el TAS no ha podido declarar culpable a Contador, pero si en cambio sirve para sancionar. Le sanciona pero admite en su informe no puede declararlo culpable. Y sin embargo le imponen la sanción más alta.

El TAS en muchos casos de fútbol suele tardar en algunos casos de fútbol, entorno a un mes. Con Contador tarda más de 500 días, y además se demora en su sanción un mes más, lo que provoca que no pueda competir en las olimpiadas de Londres.

A Contador se le permite competir, pero ahora encima le arrebatan el Giro de 2011 que ganó de manera limpia, pasando bien todos los controles antidopaje a los que fue sometido. Perdonen ustedes, pero bajo mi opinión, lo que se ha ganado limpiamente no se puede arrebatar.

Más ejemplos de injusticia: Los médicos admiten que es imposible ingerir la cantidad que salió en su cuerpo de manera consciente, y además indican los especialistas que esa cantidad no aporta ningún beneficio frente al resto de deportistas. La cantidad es 0,00000000005 gramos. Aunque parezca subrrealista eso es lo que dio.

En consecuencia, Alberto Contador ha sido sancionado de manera desproporcionanda e injusta. Y no me baso en que sea español y yo no sea capaz de emitir un juicio razonable por ser de la misma nacionalidad. Sino por que sencillamente hay demasiados detalles que dejan entrever que el TAS ha patinado y ha perdido toda la credibilidad. Creo que el mundo del ciclismo necesita una revolución urgente y una restructuración grande. El ciclismo se muere y los que mandan no lo ven, ya nadie confía ni en los ciclistas en general, ni en las instituciones, ni en nada. De una cosa estoy segura, en Francia hoy habrá mucha gente descorchando botellas de champang por lo de Contador.