El Mirandés dignifica la copa

     Ayer se jugó en la catedral, la vuelta de las semifinales de copa del rey entre el Athletic y el Mirandés. El resultado seis a dos, dejo entrever la gran diferencia futbolística que existe entre los dos equipos. El dato relevante es diferencia también existía con Villarreal, Racing y Español. Pero el Mirandés  acabo eliminando a tres equipos de primera.

     Actualmente el Mirandés es lider de su grupo de la 2ªB española, el equivalente a una tercera división si comparamos con la denominación de otros campeonatos. Ha jugado la copa como si le fuera la vida en ello, y eso sin perder el liderato en su campeonato. Es decir, ha jugado a ritmo de miércoles-sábado como si fuera un Real Madrid o un Barcelona.

     El Mirandés es el ejemplo de que deberíamos mirar más a los equipos de abajo. De que todo el mundo, permítanmen la expresión, deberíamos ser del equipo de nuestro pueblo por encima de todo. Existe buen fútbol en las categorías de abajo, pero sobretodo existe más identificación. Por eso me gusta tanto el Athletic Club, porque existe una comunión total entre afición-club-jugadores. Todos saben lo que es el Athletic y para todos es una forma de vida, en cierto modo. Sienten que si hacen algo grande, son jugadores de la zona los que conquistan el mundo, es realmente romántico.

     Pero volvamos al Mirandés y fútbol pequeño. Porque el ejemplo es Pablo Infante. El cual esta mañana se habrá levantado temprano para trabajar en el banco, después de la paliza de ayer. Es un ejemplo del sentimiento puro de fútbol, le gusta. Le gusta tanto que lleva por así decirlo una doble vida. En cierto modo no está corrompido, futbolísticamente hablando. Y juega con la alegría del que está disfrutando en el verde y no se siente obligado. Además y todo hay que decirlo, es un excelente futbolista. Estaría bien darle el premio de jugar un partido con la selección, porque desde luego ha sido el balón de oro de la competición este año.