La trituradora atlética

          El Atlético de Madrid pasa por ser para muchos, el tercer equipo de España. Quizás por historia, pero la realidad es bien distinta. Puede ser que la masa social sea realmente importante y que en cierto modo, todos tenemos cierta nostalgia de una liga en la que el atleti sea una opción real. Los títulos y la historia le avalan. Pero los últimos quince años tiran por tierra que sea un tercero real en la Liga.

          A mi parecer la tercera plaza está claramente disputada entre Valencia (2 ligas y una UEFA recientes) y Sevilla (2 UEFAS y 2 Copas), sin tener en cuenta los títulos de supercopas europeas o españolas. Pero no es sólo por los títulos, es que en este título simbólico de tercero de España, Valencia y Sevilla han tenido una cierta regularidad en la zona noble de España y en competiciones europeas.

          En definitiva, el atleti es una sombra de su historia. Actualmente carece de estructura deportiva fiable, de jugadores que den la cara y de una estabilidad en la presidencia. Y además parecen carecer de cierto tacto, si es verdad que van a destituir a Gregorio Manzano como todo parece, después de tres partidos que ni siquiera supusieron una oportunidad, sino un contrato con fecha de caducidad.

          Nunca se creyó en Manzano, cuando era un técnico que tiene cierto caché en España. Ni la afición ni el club lo han tragado. A pesar de proceder de manera muy profesional. Sinceramente no se por qué la afición del atleti arropa a un jugador como Reyes por encima del entrenador, cuando Reyes ha ofrecido dudas sobre su regularidad en el juego en todos los equipos por los que ha pasado. Reyes nunca ha sido una opción real de crack, se quedó en proyecto.

          Puede que Manzano merezca el despido, pero las formas no parecen las más adecuadas. La pregunta que todo el mundo se hace a esta altura es si el atleti volverá a ser un grande, porque a día de hoy no parece tener la regularidad que se le exige a tal denominación. Quizás debieran mirar más a los chavales viendo lo que hoy son Torres o De Gea.