Mundial de Balonmano

Ahora que ha terminado el mundial de Suecia de balonmano, no puedo dejar de pensar en la espectacularidad de este deporte. Me maravilló el balonmano exhibido por Dinamarca y España en la semifinal, y me recordó porque me gustaba tanto de pequeño este maravilloso deporte.
Sinceramente uno se da cuenta de lo atados que nos encontramos todos en este mundo del marketing. Se vende unos pocos deportes como lo único espectacular, como el fútbol, cosa que pienso que es real, pero que al mismo tiempo da la sensación que deja desahuciada al resto de los deportes.
Me centro en el partido en concreto que comento. Ambas selecciones exhibieron un abanico enorme de fintas y disparos con giros de muñecas imposibles. Los porteros estuvieron en un nivel que rozaba la perfección. Cierto es que deseaba que ganara España, pero me sedujo de tal forma el partido que por instantes me olvidé de mis colores. Así que decidido está, desde aquí no cejaré en mi empeño por publicitar este deporte y por incitar a la gente a que lo siga. Pero también exijo un poco de cordura a las federaciones internacionales, dado que el calendario de dicho deporte es un cumulo de despropósitos, en el que nunca sabes si se está jugando una competición internacional o local.
Para terminar deseo felicitar a España por su gran papel, un tercer puesto que sabe a victoria y que pone los mimbres para próximo mundial que se va a jugar en España.

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